El organismo revela los 11 motivos por los que se puede dejar de cobrar la pensión por incapacidad permanente
Cobrar una pensión por incapacidad permanente es un alivio financiero para muchas personas, ya que les permite cubrir los gastos básicos del día a día sin tener que trabajar. Sin embargo, hay situaciones en las que el beneficiario de esta pensión puede dejar de recibirla de forma temporal o permanente.
Recientemente, el organismo encargado de gestionar estas pensiones en España ha publicado un documento en el que se detallan los 11 motivos por los que se puede dejar de cobrar la pensión por incapacidad permanente. A continuación, te explicamos cuáles son estos motivos y qué implican:
1. Obtener un trabajo remunerado: Si el beneficiario consigue un empleo que le permita desarrollar su actividad laboral sin problemas, puede perder el derecho a la pensión. En este caso, se inicia un proceso de revisión para determinar si el trabajador ya no cumple con los requisitos para recibir la pensión.
2. Mejorar su capacidad laboral: Si la persona muestra una mejoría en su capacidad para trabajar, se realizará una evaluación para determinar si puede volver a desempeñar su trabajo habitual o cualquier otro trabajo que le permita obtener ingresos.
3. Incumplir los requisitos médicos: Si la persona no cumple con los requisitos médicos para recibir la pensión, perderá el derecho a ella. Esto significa que deberá volver a solicitarla una vez que cumpla con todos los requisitos.
4. Superar el tiempo máximo de cobro: La pensión de incapacidad permanente se concede por un período determinado, que puede ser renovado si se continúan cumpliendo los requisitos. Sin embargo, si se supera el tiempo máximo de cobro, la pensión puede ser suspendida.
5. No pasar las revisiones periódicas: Las personas que reciben una pensión por incapacidad permanente deben pasar revisiones periódicas para determinar si todavía cumplen con los requisitos para recibirla. Si se niegan a pasar estas revisiones, pueden perder el derecho a la pensión.
6. Rechazar un tratamiento médico: Si el médico considera que el paciente necesita un tratamiento específico para mejorar su capacidad laboral y la persona lo rechaza, puede perder el derecho a la pensión.
7. No comunicar cambios en la situación laboral: Si la persona cambia de trabajo o de situación laboral y no lo comunica al organismo encargado de la pensión, puede perder el derecho a recibirla.
8. No asistir a las citas médicas: Las revisiones periódicas y las citas médicas son fundamentales para determinar si la persona sigue cumpliendo con los requisitos para recibir la pensión. Si no asiste a estas citas, puede perder el derecho a la pensión.
9. Cometer fraude: Si se descubre que la persona ha cometido fraude para obtener la pensión, perderá el derecho a recibirla y deberá devolver las cantidades percibidas.
10. Trabajar en actividades incompatibles con la pensión: Si la persona trabaja en actividades que son incompatibles con la pensión que recibe o que son consideradas como una mejora en su capacidad laboral, puede perder el derecho a la pensión.
11. Fallecimiento: En caso de fallecimiento del beneficiario de la pensión, ésta dejará de percibirse.
Es importante recordar que si se pierde el derecho a la pensión por alguna de estas razones, se puede volver a solicitar una vez que se cumplan todos los requisitos de nuevo. Por lo tanto, es fundamental cumplir con las obligaciones y requisitos necesarios para mantener la pensión.