Con el cambio de mes, los hipotecados españoles recibían buenas noticias. En junio se han producido tres descensos consecutivos del euríbor después de haber alcanzado máximos que no se recordaban desde 2008.
El euríbor es un índice que se utiliza para el cálculo de las hipotecas a tipo variable. Este índice toma como referencia el tipo de interés al que los bancos se prestan dinero entre sí en el mercado interbancario. La mayoría de las hipotecas en España se ajustan a este índice, lo que supone que el euríbor afecta directamente la cuota mensual que los hipotecados deben pagar.
El euríbor a doce meses, que es el más utilizado en España, experimentó una reducción de 64 milésimas para situarse en el 3,875%. La media provisional del mes quedaba establecida en el mismo porcentaje. Además, el euríbor a seis meses disminuyó en 25 milésimas hasta llegar al 3,721% y el euríbor a tres meses bajó una milésima, hasta el 3,462%.
¿A qué se debe esta subida del euríbor? Desde febrero del año pasado, el euríbor ha experimentado un constante aumento. El Banco Central Europeo se vio obligado a elevar los tipos de interés para contener la fuerte inflación de la zona euro. Esa tendencia se vio agravada, además, a raíz de que estallara el conflicto de Ucrania.
En la última reunión del BCE, celebrada el 4 de mayo, se optó por alzar los tipos. Era la séptima subida consecutiva, pero en esta ocasión se conformaron con tan solo 25 puntos básicos. Esto significó un respiro para los hipotecados, aunque la situación aún no era del todo estable.
Los escenarios del euríbor
A comienzos de año, las estimaciones apuntaban a que el euríbor rebasaría el 4%. Su tendencia al alza invitaba a pensar que esto ocurriría más pronto que tarde. Sin embargo, la situación dio un giro radical a mediados de marzo.
Los analistas del comparador HelpMyCash se pronunciaban sobre tres posibles escenarios que podría deparar el euríbor. En primer lugar, si la inflación siguiera disparada y la banca se mantuviera sólida, el BCE continuaría con sus planes de aumentar los tipos. Apuntaban que tenían un especial interés en disminuir la inflación. Además, auguraban que el euríbor se cerraría en junio por encima del 4%.
Un segundo supuesto implicaría que la inflación siguiera por las nubes y que la situación de la banca empeorara. Esto supondría quebrar alguna entidad financiera. En este caso, el Banco Central Europeo dejaría de subir los tipos o lo haría en menor porcentaje.
El tercer y último caso que se prevé es que la inflación se reduzca. Ante eso, los tipos dejarían aparcada su escalada y los mantendrían en el 3,5%. Las propuestas más viables son la primera y la segunda. Los analistas señalaban que el organismo financiero incrementaría sus tipos un mínimo de 0,25 puntos entre mayo y junio. Además, el euríbor cerraría junio con entre un 3,75% y el 4%.
¿Qué puede deparar el futuro?
Son cifras que se aproximan bastante a lo sucedido en las últimas semanas. Pero todo queda pendiente de la evolución de este índice. La posibilidad de que supere la barrera psicológica del 4% no es descartable y es algo que llevan anunciando desde hace tiempo los expertos. En cualquier caso, los hipotecados acaban de recibir con agrado las últimas noticias sobre los descensos del euríbor.
En conclusión, la disminución del euríbor a doce meses es una excelente noticia para los hipotecados españoles. Aunque la situación aún no es del todo estable y hay cierta incertidumbre con respecto a su futuro, los analistas señalan que lo más probable es que se mantengan los tipos en el 3,5% o que continúen subiendo, aunque en menor medida. Lo cierto es que los hipotecados esperan con ansia que la situación se estabilice y puedan respirar tranquilos respecto a sus cuotas hipotecarias.