Dependiendo del tipo de baja, hay algunas consideraciones adicionales que se deben tener en cuenta. Por ejemplo, si se trata de un accidente laboral o una enfermedad profesional, el trabajador tiene derecho a recibir una indemnización adicional para compensar los daños sufridos, ya sea en forma de prestaciones económicas o de servicios sanitarios y de rehabilitación.
Por otro lado, hay casos en los que un trabajador con una enfermedad crónica o discapacidad podría necesitar una baja laboral por un plazo superior a los 545 días establecidos. En estos casos, se puede solicitar al INSS una incapacidad permanente para trabajar, lo que supondría el reconocimiento de una pensión de invalidez.
Es importante destacar que, aunque la IT es un derecho de los trabajadores, también es una situación difícil tanto para las empresas como para los empleados. Por ello, durante este periodo, es fundamental mantener una buena comunicación y cooperación para facilitar la vuelta al trabajo del empleado en cuanto sea posible. Además, algunas empresas ofrecen programas de apoyo y asesoramiento para ayudar a los trabajadores a recuperarse durante su baja laboral.
En resumen, el tiempo máximo que se puede estar de baja laboral en la Seguridad Social es de 365 días, aunque se pueden prorrogar hasta 545 días en casos excepcionales. Es importante conocer cuándo comienza a contar la baja médica y los motivos por los que se puede suspender la IT. En cualquier caso, la IT debe ser vista como un periodo temporal para recuperarse y volver al trabajo, por lo que tanto empleados como empresas deben trabajar juntos para una pronta reincorporación del trabajador.